Palau de la Música Catalana en Barcelona

Historia: Palau de la Música Catalana

Barcelona es una ciudad rica en lugares emblemáticos de gran belleza y originalidad. De hecho, se puede encontrar una increíble creación arquitectónica en cada zona de la ciudad. En el Born, no lejos del Barrio Gótico, se encuentra el Palau de la Música Catalana. No sólo es un edificio impresionante en cuanto a diseño y arquitectura, sino que también es una sala de conciertos en funcionamiento, y la principal de Cataluña.

Historia y modernidad del Palacio

La construcción tuvo lugar entre 1905 y 1908. El arquitecto catalán Lluís Domènech i Montanera se encargó del diseño. La idea era crear una sala de conciertos completa, combinada con la sede de una sociedad coral llamada Orfeón Catalán.

Con el tiempo, se creó una sala de coros en el local y se estableció una escuela de coros. El proyecto se realizó con fondos donados al Orfeón Catalán por los interesados. La versión actual del Palau de la Música Catalana cuenta con un auditorio con capacidad para 2.200 personas.

Barcelona: Palau de la Música Catalana

Mobiliario interior

El techo es de cristal. Tiene forma de cúpula invertida y está decorada con diversas imágenes, como las de las musas y los adornos vegetales. Para conseguir este efecto, se utilizaron vidrieras de diferentes colores, combinadas en un único lienzo. Además, el palacio es la única creación de este tipo en el territorio europeo que cuenta con luz natural.

El color básico de la cúpula es el amarillo. No es difícil adivinar que simboliza el sol. Los bordes están decorados con el color azul, que es el cielo. También hay algunas composiciones escultóricas. Representan a las valquirias y a los pegasi de Wagner. En los mosaicos también se pueden ver vidrios de colores.

Fachada del Palau de la Música Catalana

Otra característica del edificio es su fachada. La fachada tiene elementos de las culturas arquitectónicas tradicionales española y árabe. La decoración de ladrillo rojo y hierro se complementa con vidrieras y mosaicos. La combinación de aspereza y luz confiere un cierto encanto al palacio.

Otras decoraciones son los bustos de genios de la música. Así se puede ver a Beethoven, Wagner, Bach y otros. También hay una composición escultórica que cautiva a primera vista. La autoría corresponde a Miguel Bligh. La composición se llama «Canción popular catalana».

Dentro de los muros del palacio se celebran diversos actos. En ella predominan los conciertos sinfónicos y de cámara. También hay actuaciones musicales y óperas. Así, la idea original de un coro se ha ampliado considerablemente.

Ocasionalmente, es posible escuchar a intérpretes contemporáneos en el palacio. Hoy en día acoge a músicos de jazz y a cantantes de pop españoles. Entre los nombres famosos de todos los tiempos que han honrado el edificio con su presencia y su talento figuran Mstislav Rostropovich, Monserrat Caballé y muchos otros.