El Castillo de Colomares, situado en la pintoresca ciudad de Benalmádena, en la Costa del Sol, en España, es una joya escondida que combina historia, arquitectura y arte en un homenaje único a Cristóbal Colón y sus viajes al Nuevo Mundo. Este impresionante monumento, a pesar de su apariencia de castillo, no es una fortaleza antigua, sino una estructura moderna construida entre 1987 y 1994 por el Dr. Esteban Martín Martín, un historiador español. Se erige como un testimonio del legado cultural e histórico de la época dorada de la exploración de España.
Construido para conmemorar el descubrimiento de América, el Castillo de Colomares es una fascinante mezcla de diferentes estilos arquitectónicos, incluidos el gótico, el románico y el mudéjar. Estos estilos reflejan las diversas influencias culturales que han dado forma a España a lo largo de su historia. El castillo fue diseñado no solo como un homenaje a Colón, sino también para representar el espíritu de la era de la exploración, una época en la que España estaba a la vanguardia del descubrimiento marítimo mundial.
El Dr. Esteban Martín, que era médico y arquitecto autodidacta, buscó crear un monumento que encapsulara la esencia de la contribución de España a la historia mundial. Él mismo financió el proyecto e incluso participó en su construcción. El resultado es una estructura que, aunque de pequeño tamaño, tiene un inmenso significado histórico y cultural. Entre sus muros, se pueden encontrar referencias a los tres barcos que Colón utilizó en su viaje (la Niña, la Pinta y la Santa María), así como guiños a los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, que apoyaron el viaje de Colón.
El diseño arquitectónico del Castillo de Colomares es una mezcla ecléctica que puede parecer inusual a primera vista, pero cada elemento se ha integrado cuidadosamente para contar una historia. El castillo está adornado con varios símbolos y motivos que narran la historia de la expedición de Colón y la historia más amplia de España. Una de las características más llamativas es el uso del estilo mudéjar, que combina elementos arquitectónicos cristianos y moriscos, un guiño al período de la Reconquista que precedió a la era de la exploración de España.
El castillo también presenta elementos de la arquitectura bizantina, con intrincados arcos y columnas decorativas. La influencia gótica se ve en los arcos apuntados y las elaboradas tallas de piedra. A pesar de su construcción relativamente reciente, el castillo tiene un aura de antigüedad, que transporta a los visitantes a una época de caballeros, exploradores y grandes viajes a través de mares inexplorados. Cada rincón del castillo revela algo nuevo, una talla, un mural o una estatua, lo que lo convierte en un lugar donde la historia realmente cobra vida.
Visitar el Castillo de Colomares es como adentrarse en una era diferente. Al acercarse al castillo, se encontrará con una gran entrada adornada con escudos de armas y estatuas. El patio es un lugar de serenidad, con jardines cuidadosamente diseñados que ofrecen impresionantes vistas del campo circundante y del mar Mediterráneo. Este es un lugar perfecto para detenerse y reflexionar sobre la importancia histórica del castillo y los eventos que conmemora.
En el interior del castillo, estrechas escaleras y pasillos sinuosos conducen a diferentes cámaras, cada una con su propia historia única. Uno de los aspectos más destacados es la pequeña capilla dedicada a Santa Isabel de Hungría, que tiene fama de ser una de las iglesias más pequeñas del mundo. Otra característica notable es la cripta, diseñada para parecerse a la bodega de un barco, lo que sumerge aún más a los visitantes en la temática marítima del castillo. A medida que explore, encontrará varias placas e inscripciones que brindan información sobre los eventos históricos representados en todo el monumento.
Los terrenos del castillo también albergan un pequeño museo, donde se exhiben artefactos y documentos relacionados con los viajes de Colón. Esto permite a los visitantes comprender mejor el contexto histórico y la importancia del castillo. Las exposiciones del museo están cuidadosamente seleccionadas para ofrecer una experiencia educativa, lo que hace que la visita sea informativa y atractiva.
El Castillo de Colomares está abierto a los visitantes durante todo el año, siendo las mejores épocas para visitarlo la primavera y el otoño, cuando el clima es templado y el paisaje circundante está en su máximo esplendor. El castillo está situado en Benalmádena Pueblo, a poca distancia en coche de las bulliciosas zonas turísticas de la Costa del Sol. Se puede llegar fácilmente en coche y hay un amplio aparcamiento disponible en el lugar. Para aquellos que dependen del transporte público, hay servicios regulares de autobús desde las ciudades y pueblos cercanos, lo que lo hace conveniente para los excursionistas de un día.
Las tarifas de entrada son razonables y se ofrecen visitas guiadas para aquellos que deseen aprender más sobre la historia y las características arquitectónicas del castillo. Es recomendable llevar calzado cómodo, ya que los terrenos y los interiores del castillo requieren caminar y escalar. Se permite la fotografía y se anima a los visitantes a que se tomen su tiempo para explorar los numerosos rincones de este fascinante monumento. Se pueden comprar recuerdos y refrescos en la pequeña tienda del lugar, lo que permite a los visitantes llevarse a casa una parte de esta experiencia única.
En general, el Castillo de Colomares ofrece una combinación única de historia, cultura y arquitectura que seguramente cautivará a los visitantes de todas las edades. Ya sea un aficionado a la historia, un entusiasta de la arquitectura o simplemente esté buscando un retiro tranquilo de las concurridas playas de la Costa del Sol, este castillo es un destino de visita obligada.
El Castillo de Colomares es más que un monumento; es un viaje a través del tiempo. Cada ladrillo y piedra cuenta una historia, cada escultura y fresco captura un momento de la historia. Para aquellos interesados en el rico tapiz del pasado de España, una visita a este castillo ofrece la oportunidad de conectarse con el espíritu de exploración que definió una era. Es un lugar donde el pasado no solo se recuerda sino que se celebra, lo que lo convierte en una visita obligada para cualquiera que viaje a la Costa del Sol.
Además, el castillo ofrece una escapada pacífica y educativa de las atracciones turísticas típicas. Invita a los visitantes a reflexionar sobre la importancia de los viajes que cambiaron el curso de la historia y a apreciar los esfuerzos artísticos y arquitectónicos que se realizaron para conmemorar eventos tan monumentales. La combinación de su estilo arquitectónico único, su importancia histórica y su impresionante ubicación hacen del Castillo de Colomares un destino extraordinario, que deja una impresión duradera en todos los que lo visitan.
En resumen, el Castillo de Colomares es un homenaje a la época dorada de la exploración de España, un monumento que honra el legado de Cristóbal Colón y una obra maestra de la arquitectura moderna. Se erige como un recordatorio del poder de la visión y la dedicación, cualidades que siguen inspirando a visitantes de todo el mundo. Una visita a este extraordinario castillo no es solo un viaje al pasado, sino una celebración de los logros humanos y la búsqueda constante del conocimiento y el descubrimiento.