Cueva de Altamira

Arte rupestre de la cueva de Altamira

Hay muchas cuevas alrededor del mundo donde hay pinturas rupestres de diferentes épocas, pero la Cueva de Altamira es considerada la más famosa, donde los dibujos se atribuyen a la época del Paleolítico. Este lugar está situado en el norte de España, cerca de la ciudad de Santander. El hallazgo se remonta al siglo XIX, ya finales del siglo pasado se trabajaba en la aplicación de la pintura artística. En cuanto a los dibujos, se atribuyen al 35.000-13.000 a.

Verdadero descubrimiento

La cueva se encuentra en el territorio que antes pertenecía al conde Marcelino Sanz de Sautuola. Es esta persona la que se considera la primera que descubrió dibujos sorprendentes en sus propias bóvedas. Pero, de hecho, todo lo hizo su hija, que solo tenía 9 años. Cuando entró por primera vez en la cueva, vio dibujos desde arriba.

Muchos estudiosos han hablado de algunas inconsistencias y falsificación de los dibujos. Durante mucho tiempo se discutió sobre la autenticidad, hubo dudas de que las imágenes fueran directamente de la Edad de Piedra. Los científicos tenían la opinión de que en ese momento las personas no estaban tan desarrolladas y no podían crear una verdadera obra maestra dentro de la cueva, donde prácticamente no había luz.

Solo después de la muerte del conde se confirmó que se trataba de un gran descubrimiento. Y se encontraron imágenes de este tipo en varias partes del mundo, tanto en Europa como en Asia.

Capilla Sixtina de la edad de piedra de la cueva de Altamira

Estilo

La mayor parte de la atención en la cueva es atraída por uno de los techos, cuyo área ocupa unos 100 metros cuadrados. En su superficie se representan más de 20 animales y, como complemento, también hay dibujos en las paredes.

Y ahora los expertos dicen que se nota la mano firme del artista, que todo lo hizo en líneas sueltas y sin enmiendas. Y al mismo tiempo, se utilizaron pinturas naturales en el trabajo, por ejemplo, carbón y coro, hematites, etc. E incluso con las limitaciones, las imágenes resultantes son realmente asombrosas.

Debido a que todos los dibujos se aplican sobre una superficie en relieve, se crea una sensación de volumen. Y cuando el fuego arde, las sombras comienzan a correr a lo largo de las paredes, y parece que los animales están realmente vivos y pueden moverse.

El ambiente de la cueva y sus dibujos se recrean en el museo, donde todo el mundo puede acercarse a admirar el arte de la época. Al mismo tiempo, puedes conocer cómo era la cueva de Altamira en el momento en que se crearon los dibujos en sus superficies. Y puedes aprender sobre las tradiciones de las antiguas tribus que habitaban Europa en ese momento. Una característica importante es precisamente la copia exacta de la pintura en visualización tridimensional, para que todos puedan experimentar completamente la atmósfera de ese período y ver los dibujos sin restricciones.